Según este reciente artículo, los franceses tienden a describir una cerveza más por su color que por su estilo. Clasificar las cervezas en blancas, rubias, ámbar, marrones o negras a veces significa perder el punto esencial: el sabor.
Tenga en cuenta que el carácter de sabor de la cerveza no solo proviene de las maltas, sino también del lúpulo y la levadura, lo que dificulta evaluar una cerveza únicamente por su color. Una cerveza muy lupulada será más amarga y ciertas levaduras aportarán notas afrutadas.