Una nueva investigación científica publicada en septiembre en The Embo Journal descubre que las células de levadura se comunican entre sí para utilizar nutrientes menos favorables si predicen una escasez de su alimento favorito. Shin Ohsawa en el laboratorio de Bühler, y sus colaboradores del Centro RIKEN para la Ciencia de Recursos Sostenibles y la Universidad de Tokio (Japón) son los responsables del descubrimiento.
Las levaduras y los microorganismos suelen cambiar de fuente de nutrientes cuando cambia su entorno. Esta nueva investigación demuestra que las células de un tipo de levadura -
Schizosaccharomyces pombe - se comunican entre sí cuando prevén un cambio de fuente de nutrientes. S. pombe es una levadura de fisión que se replica dividiéndose en dos células hijas del mismo tamaño.
Las vías y mecanismos por los que funciona este sistema de comunicación son poco conocidos. Las estrategias de crecimiento y supervivencia, como este mecanismo que permite a la levadura ser frugal con sus nutrientes son un interesante objeto de investigación, ya que la levadura se utiliza a menudo como organismo modelo en biología celular.
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